Este miércoles, la Capilla Sixtina será testigo de un momento crucial para la Iglesia Católica: el inicio del cónclave que determinará al sucesor del Papa Francisco. Con 133 cardenales electores de 70 países, este cónclave se destaca por su diversidad geográfica y por ser el más internacional en los 2.000 años de historia de la Iglesia . La elección del nuevo pontífice no solo definirá el liderazgo espiritual de más de 1.200 millones de fieles, sino que también marcará la dirección doctrinal y política de la Iglesia en un mundo en constante cambio. Las prioridades de los cardenales se centran en encontrar un líder que pueda hacer que la Iglesia sea creíble y relevante, continuando o redefiniendo las reformas iniciadas por Francisco . Entre los posibles sucesores destacan figuras como Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, conocido por su defensa de los migrantes y su postura favorable a reformas dentro de la Iglesia , y Cristóbal López, arzobispo de Rabat, quien aboga por una Iglesia abierta al diálogo interreligioso y comprometida con la justicia social . El legado de Francisco, caracterizado por una Iglesia más inclusiva y comprometida con temas sociales y ambientales, ha generado tensiones internas. El nuevo Papa deberá decidir si continúa este camino reformista o adopta una postura más tradicional, enfrentando desafíos como las relaciones con China y la posición frente a conflictos globales . Desde Argentina, la influencia de Francisco se hace sentir con fuerza. Cuatro cardenales argentinos, todos nombrados por él, participarán en la elección, reflejando su intento de consolidar un bloque progresista dentro del Colegio Cardenalicio . infobae Mientras tanto, sectores ultraconservadores buscan evitar la elección de un nuevo "Francisco", afinando estrategias para influir en el resultado del cónclave . El mundo observa con atención este proceso, consciente de que la elección del nuevo pontífice tendrá implicaciones profundas no solo para la Iglesia Católica, sino también para el escenario geopolítico global.