En los primeros meses de 2025, la fruta importada cobró protagonismo en las góndolas argentinas, desplazando en algunos casos a la producción local histórica. Por primera vez, un cargamento de 2.597 cajas de peras chinas desembarcó en los puertos nacionales, con un valor de US?$?25.420 y un peso total de 17,5?toneladas, pese a que Argentina es líder mundial en exportaciones de pera hacia Europa con el 48?% del mercado . Esta apertura obedeció a la baja oferta doméstica en temporada baja y a acuerdos comerciales que redujeron aranceles, pero encendieron las alarmas de los productores de Río Negro y Neuquén, quienes ya reclaman incentivos fiscales para mantener su competitividad frente al gigante asiático . Al mismo tiempo, las naranjas egipcias aumentaron su presencia en el mercado interno: Egipto comenzó sus exportaciones de cítricos para compensar una caída del 12?% en su propia producción 2024/25, y la Argentina recibió más de 1.070?t de naranjas en enero, por un valor cercano a los US?$?111,6?millones acumulados durante 2024. Los cítricos locales, con su pico de cosecha reducido por heladas y plagas, no lograron satisfacer la demanda invernal, obligando a los empacadores a complementar su oferta con fruta foránea que, según la industria, “rompe precios” y demanda controles fitosanitarios más estrictos . La carne de cerdo importada desde Brasil también marcó récords: durante 2024, las compras argentinas de pork cuts alcanzaron 9.684?toneladas, equivalentes a US?$?30,9?millones, aun cuando la producción doméstica creció un 3?% hasta 785.049?t. Brasil, cuarto mayor exportador mundial de cerdo, elevó sus envíos un 9,5?% hasta 1,32?Mt en 2024, impulsado por precios competitivos y acuerdo de cuotas con nuestro país. Las plantas industriales sostienen que la importación cubre faltantes puntuales, pero los criadores reclaman medidas antidumping para frenar el ingreso masivo y proteger al eslabón primario. En paralelo, el sector de procesamiento de hortalizas debió recurrir a tomates concentrados chilenos para suplir la demanda de la industria de conservas: en enero de 2025 ingresaron casi 9.300?t de concentrado desde Chile, cifra que representa el 40?% de las compras anuales de 2024 y acelera la dependencia externa en pastas de tomate. Según datos de la aduana, el volumen de concentrados importados en un solo mes supera al total dedicado a la producción nacional, lo que impulsa a los fabricantes locales a exigir incentivos para modernizar sus líneas de producción y evitar desequilibrios en el suministro. Estos flujos crecientes de importaciones reflejan un desequilibrio entre la estacionalidad de la oferta local y el ritmo de la demanda interna, agravado por la apertura comercial y la falta de infraestructura de empaque y distribución adecuada. Los sectores afectados coinciden en la necesidad de una política integral de defensa comercial, combinada con estímulos a la producción, mejoras en la cadena logística y reglas claras de juego para evitar que la “ventana de oportunidad” que aprovechan proveedores foráneos termine consolidando una pérdida de mercado irrecuperable.