Política y economía global

Israel bombardeó la TV estatal iraní: el conflicto cruzó la última línea roja

Tel Aviv atacó la sede de la Radiotelevisión de Irán en pleno centro de Teherán. La escalada ya no es solo militar: es simbólica. Netanyahu, desafiante, afirmó que “el cielo de Irán ya no les pertenece”.

  • 16/06/2025 • 13:04

El cruce entre Irán e Israel dejó de ser una guerra en la sombra. El bombardeo israelí contra el canal estatal IRIB —el megáfono oficial del régimen teocrático— rompió el límite de lo imaginable y catapultó la tensión regional a una nueva fase: ya no se trata sólo de objetivos militares o nucleares, sino de atacar el relato, el símbolo, la voz de un régimen.

La explosión, que interrumpió una transmisión en vivo mientras una presentadora criticaba a Israel, fue televisada y viralizada por los mismos medios que horas antes hablaban de resistencia. Para muchos analistas, se trató de una jugada quirúrgica y estratégica: derribar el órgano de propaganda en el corazón de la capital persa. Una declaración de guerra directa a la narrativa oficial del régimen de los ayatolás.

El Ministerio de Defensa israelí había anticipado que “la televisión estatal estaba por desaparecer”. Minutos después, la amenaza se volvió realidad. Para Netanyahu, la ofensiva representa mucho más que una acción militar: es una advertencia a la cúpula iraní y, sobre todo, a sus aliados. "El cielo de Teherán ya no les pertenece", lanzó el premier con tono triunfalista.

La respuesta de Irán no tardó en llegar: más de una decena de misiles impactaron en ciudades israelíes como Tel Aviv, Haifa y Petaj-Tikva. El saldo provisional: 11 muertos, decenas de heridos y la evidencia de que la guerra ya se libra sin filtros. La Guardia Revolucionaria anunció que "esto recién comienza" y prometió ataques “más devastadores” si las ofensivas continúan.

Mientras tanto, el mundo observa con alarma. Las calles de Teherán están desiertas, el Gran Bazar cerró sus puertas y miles de personas intentan abandonar la ciudad. En Israel, las alertas antimisiles se activan cada hora. La región entera tiembla. Y en Canadá, donde se celebra la cumbre del G7, los líderes del mundo comienzan a admitir en voz alta que la diplomacia ya no alcanza.

En paralelo, un actor inesperado se metió en el centro de la escena: *Elon Musk reactivó el servicio de internet en Irán a través de Starlink*, desafiando la censura del régimen. El gesto fue celebrado por la disidencia iraní y podría abrir una nueva dimensión en el conflicto: una guerra tecnológica, de acceso a la información, de control narrativo.

Lo que hasta hace poco era un conflicto larvado y previsible, hoy se volvió un enfrentamiento abierto, multiforme y extremadamente peligroso. El bombardeo a IRIB no solo derribó un edificio: quebró una barrera simbólica. Desde ahora, cualquier blanco parece legítimo. Y el riesgo de una guerra regional total está, literalmente, en el aire.


Traducción: MIRA: Imágenes de la Red de Noticias de la República Islámica de Irán (IRINN), el principal canal de noticias de IRIB,                muestran el momento en que aviones de combate israelíes atacaron la sede de la autoridad de radiodifusión estatal.