El Senado fue escenario de una jornada histórica para la oposición. Con una mayoría inesperada, logró aprobar proyectos claves como la actualización de haberes jubilatorios y la ley de emergencia para personas con discapacidad, desnudando la soledad política del oficialismo y dejando en jaque el discurso de déficit cero que Javier Milei impone con puño de hierro. Uno de los protagonistas fue José Mayans, quien no dudó en expresar lo que muchos gobernadores venían insinuando por lo bajo: “Las provincias se dieron cuenta de que están siendo estafadas por el gobierno nacional”. Con esa frase, el formoseño no solo celebró el revés parlamentario para el Ejecutivo, sino que puso sobre la mesa la creciente tensión federal que amenaza con resquebrajar la gobernabilidad del país. Mayans apuntó directamente al ajuste brutal impulsado por Luis Caputo, al que acusó de vaciar las provincias para sostener un modelo económico que solo beneficia a los grandes grupos financieros. “Este gobierno se está llevando puesto el federalismo. Centraliza recursos, recorta derechos y encima nos quiere hacer responsables a los que defendemos a los jubilados, a los discapacitados y a los trabajadores”, disparó en el recinto.(podés leer: ¨Presupuesto a sangre fría: Milei va por más.¨) La frase fue celebrada con aplausos en los pasillos del Congreso y replicada en redes sociales por legisladores de distintos bloques. En efecto, el triunfo opositor en el Senado dejó una marca profunda: por primera vez desde la asunción de Milei, la oposición se unificó detrás de un mensaje que interpela directamente a la calle y a las bases electorales de cada provincia. Mientras en la Casa Rosada intentaban mostrar calma y preparaban el veto presidencial, la imagen de un gobierno acorralado por las urgencias sociales se hacía cada vez más evidente. La fractura no solo es con el peronismo o con los gobernadores dialoguistas: también empieza a resquebrajarse la frágil alianza con Victoria Villarruel, quien, aunque no votó, dejó claro que no está dispuesta a entregar el Senado sin dar pelea. Con este escenario, la estrategia libertaria de confrontación permanente vuelve a poner en duda la viabilidad del plan económico y político de Milei. Porque cuando hasta los aliados naturales le retacean apoyo, el discurso de “la casta” se agrieta y deja al descubierto una gestión que se queda sin resultados y sin red.       SEGUINOS EN NUESTRO CANAL DE WHATSAPP PARA ESTAR SIEMPRE ACTUALIZADO https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M