Un “operativo clamor” en redes y territorios busca instalar a Máximo Kirchner como candidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires bajo el frente Fuerza Patria. La movida cobró fuerza gracias al respaldo público de intendentes como Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Fernando Raitelli (Brandsen) y Néstor Sombra (Azul), quienes levantaron la figura del líder de La Cámpora como “la síntesis política necesaria”. Sin embargo, el gobernador Axel Kicillof, a pesar de no bloquear la candidatura, desliza reparos: preferiría un nombre que represente oficialmente a todos los sectores, no solo al cristinismo puros. Desde el entorno camporista se bajó la línea de que Máximo no se juega la vida por ser candidato —“no le va la vida en esas cosas”— pero que aceptaría si se lo pide directamente Cristina Kirchner, como él mismo lo afirmó: “Si CFK me dice ‘tenés que ir’, ahí ya cambia”. Referentes del movimiento Derecho al Futuro, cercano a Kicillof, lo califican como un mal candidato, agitando dudas sobre su convicción y capacidad de unificar al peronismo bonaerense fragmentado. Lo interpretan más como una ficha para negociar cuotas de poder interno que una carta electoral ganadora. Esta situación se da en paralelo con una discusión más amplia en el PJ: Massa sigue como principal alternativa, aunque sin consenso. En caso de que ninguno de ellos encabece la lista, se barajan nombres de intendentes peronistas con buena performance electoral en el conurbano, como Mariel Fernández, Leonardo Nardini o Federico de Achával. En definitiva, la jugada con Máximo Kirchner refleja una tensión estratégica: ¿será el heredero natural de Cristina a encabezar la lista, o solo un comodín para fortalecer acuerdos entre internas? La respuesta, por ahora, parece estar en manos del único que puede dictar el veredicto final.       Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P