El cronograma electoral bonaerense del 7 de septiembre renueva 46 bancas de diputados, 23 de senadores y numerosos cargos municipales y escolares, bajo una normativa distinta a la nacional. Algo clave: en Buenos Aires, no existe el voto nulo como categoría válida en los resultados. Lo fija la Ley 5.109, que solo reconoce votos afirmativos, en blanco o impugnados.   Bajo esa ley, si alguien deposita varias boletas del mismo partido, se cuenta únicamente una. Si son de partidos distintos, el voto se considera en blanco. Lo mismo ocurre con boletas ilegibles o no autorizadas; también son tratadas como blanco.    El voto nulo, tal como figura en la legislación nacional —cuando la boleta está rota, tiene marcas múltiples o contiene inscripciones extra— no se computa en la provincia. Es simplemente ignorado en el recuento bonaerense, que lo devolvió al concepto de impugnado o lo transformó en blanco.    En el caso de votos impugnados —por error de identidad o cuestiones similares— se realiza pericia de huellas dactilares. Si no se confirma, el voto queda fuera del conteo; de lo contrario, se incluye.    Otro punto clave para entender el reparto legislativo: para calcular el cociente electoral (que determina cuántas bancas obtiene cada fuerza), no se cuentan los votos en blanco ni los impugnados. Se utiliza el sistema Hare, que privilegia proporcionalidad, y cada sección electoral tiene un piso mínimo diferente para acceder a un escaño.    Si estás pensando en “anular” tu voto o no marcar ninguna lista, en Buenos Aires ese gesto se transforma en voto en blanco. Y tampoco ayudará a alterar los resultados: no cuenta para el reparto de bancas. Para el contexto bonaerense, el único voto que no desequilibra el tablero es el que no se registra como afirmativo.         Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P