La foto se repite en todas las latitudes del país: rutas llenas de baches, falta de señalización, obras inconclusas y pavimento que desaparece. En medio de una creciente tensión con las provincias, el deterioro de las rutas nacionales reavivó el reclamo de los gobernadores, que apuntan con dureza al Gobierno nacional por la paralización total de la obra pública. El puntapié lo dio el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, quien publicó imágenes de la Ruta Nacional 51 completamente abandonada y advirtió que la situación "ya es insostenible". Lo siguieron sus pares de La Rioja, Santiago del Estero, San Juan y Entre Ríos, en una suerte de frente común que incomoda al oficialismo libertario. “Estamos hablando de la seguridad vial de millones de personas, no de un lujo o gasto político, sino de una inversión básica en infraestructura”, lanzó un funcionario de peso en el NOA, que pidió mantener el anonimato por temor a represalias presupuestarias. ???? Un ajuste que se nota en el asfalto Desde que asumió Javier Milei, el Ministerio de Infraestructura congeló casi todos los convenios con provincias y municipios. El recorte impactó directamente sobre Vialidad Nacional, que dejó de financiar la mayoría de las obras en ejecución, algunas con más del 80% de avance. El Gobierno justifica la parálisis en el "desmadre financiero" heredado y en la necesidad de “ordenar prioridades”. Sin embargo, no ofreció fechas ni nuevos llamados a licitación, lo que para las provincias es sinónimo de abandono. Según datos de la Cámara Argentina de la Construcción, más de 2.500 kilómetros de rutas nacionales están actualmente en estado “crítico”, y al menos 70 proyectos quedaron a mitad de camino. Consecuencias en cadena La situación no sólo genera malestar político. También impacta directamente en la economía regional: transporte más lento y peligroso, aumento en los costos logísticos, menor conectividad turística, y mayor aislamiento para zonas productivas. “Ya tuvimos varios siniestros fatales en rutas que estaban en plena obra y fueron abandonadas. Esto es negligencia estatal, no ajuste”, denunció el defensor del Pueblo de Entre Ríos. En paralelo, desde la oposición en el Congreso anticipan que pedirán explicaciones al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en su próximo informe, y presentarán un proyecto para crear un fondo especial de emergencia para mantenimiento vial. El reloj político también corre En medio del calendario electoral, los gobernadores comienzan a marcar la cancha. Las fotos de rutas destruidas ya circulan en redes y spots de campaña. En el peronismo ven una oportunidad para denunciar el “modelo del sálvese quien pueda”, mientras que incluso algunos aliados moderados de Milei comienzan a deslizar críticas. La pregunta se impone: ¿hasta cuándo resistirá el Gobierno con la obra pública paralizada y las rutas colapsadas?