En medio de la creciente tensión global, el Papa León XIV volvió a pronunciarse este domingo con un fuerte llamado a la paz, en especial por los conflictos abiertos en Medio Oriente, Ucrania y otras zonas del planeta. Desde la Plaza San Pedro, ante miles de fieles, el Sumo Pontífice expresó su "profunda preocupación" por la situación humanitaria que generan las guerras y los ataques militares. "Mi pensamiento y mi oración están con todas las víctimas de la violencia, con los pueblos que sufren las consecuencias del odio y la destrucción. La humanidad no puede resignarse a la guerra como instrumento de resolución de conflictos", afirmó. El Papa hizo especial mención a la escalada de violencia entre Israel e Irán, cuyo enfrentamiento derivó en bombardeos cruzados que encendieron las alarmas en la comunidad internacional. También pidió por una "solución justa y duradera" en Ucrania, en el marco de la invasión rusa que ya lleva más de tres años. El líder de la Iglesia Católica instó a los líderes mundiales a "redoblar los esfuerzos diplomáticos" para evitar que los conflictos se extiendan y reclamó por los millones de desplazados y refugiados que huyen de las zonas de guerra. El mensaje se da en un contexto de creciente inquietud en el Vaticano por el rumbo de la política internacional y fue interpretado como un gesto directo a las potencias involucradas en los principales focos de tensión global. Fuentes cercanas a la Santa Sede indicaron que el Papa mantiene una agenda reservada de contactos con diplomáticos de diversas naciones para intentar abrir canales de negociación y aliviar la crisis humanitaria.