El kirchnerismo se prepara para un revés legislativo con la inminente aprobación de la Ley de Ficha Limpia en el Senado. La norma, que ya cuenta con media sanción en Diputados, impediría que personas con condena en segunda instancia por corrupción puedan ser candidatas a cargos electivos. La medida afectaría directamente a Cristina Fernández de Kirchner, condenada en la causa Vialidad.    Desde el Instituto Patria, sostienen que la ley tiene un objetivo claro: proscribir a la ex presidenta de cara a las elecciones de 2027. “La ley de Ficha Limpia tiene nombre y apellido. Milei le tiene miedo a CFK 2027”, afirman en el entorno de Fernández de Kirchner. El oficialismo, por su parte, niega que la iniciativa tenga un destinatario específico. El vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que “no hay y nunca habrá un pacto con la corrupción” y que el Gobierno está a favor de la ley, aunque considera que necesita ajustes.  Luis Caputo Dólares El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también se pronunció en contra del proyecto, calificándolo como una “farsa” y advirtiendo que busca “proscribir a Cristina Fernández de Kirchner”. “El Congreso de la Nación no debe convalidar esta maniobra porque no hay elecciones libres ni democracia plena si hay proscripción y persecución”, expresó Kicillof en sus redes sociales.  En el Congreso, la ley cuenta con el respaldo de La Libertad Avanza y sectores del PRO. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, afirmó que “están los votos” para aprobarla en el Senado. El Gobierno busca así consolidar su agenda anticorrupción y marcar la cancha de cara a las próximas elecciones.  Mientras tanto, en el kirchnerismo analizan posibles candidaturas para Fernández de Kirchner en 2025, aunque la aprobación de Ficha Limpia podría limitar sus opciones a cargos provinciales. La disputa interna en el peronismo se intensifica, con Kicillof emergiendo como una figura clave en la reorganización del espacio opositor.  La aprobación de Ficha Limpia no solo tendría implicancias legales, sino también políticas, al redefinir el mapa electoral y las estrategias de los principales actores de cara a 2027.