Cristina Kirchner transita quizás uno de los momentos judiciales más determinantes de los últimos años. El juez Jorge Gorini, a cargo de la causa por la que la ex presidenta fue condenada a ocho años de prisión, define por estas horas si le concede o no el beneficio de la prisión domiciliaria, tras el pedido de su defensa por razones de salud.                                           Según pudo saber El Pulso Político, la resolución sería notificada de manera inminente y podría conocerse entre este martes y el miércoles. La expectativa es máxima tanto en Comodoro Py como en las filas del kirchnerismo, que prepara una movilización masiva al tribunal para presionar por una decisión favorable. El juez  analiza los informes médicos presentados por la defensa de Cristina, que alegan un cuadro de hipertensión severa y dificultades cardíacas que justificarían la prisión domiciliaria en su departamento de Recoleta. Sin embargo, el magistrado también pondera el dictamen de la fiscalía, que pidió rechazar el planteo al considerar que las afecciones de la ex mandataria pueden ser tratadas en un penal con atención adecuada. Tensión política y fuerte operativo de seguridad La posible resolución del juez llega en un clima de altísima tensión política y social. El gobierno de Javier Milei ya desplegó un importante operativo de seguridad en los alrededores de Comodoro Py, mientras que La Cámpora y otras agrupaciones kirchneristas anunciaron su intención de movilizarse para “bancar a Cristina”. Al mismo tiempo, la administración porteña  presentó un escrito ante la Justicia federal alertando sobre los riesgos de orden público que implicaría que CFK cumpla arresto domiciliario en su casa de Recoleta, donde en 2022 se vivieron semanas de acampe y disturbios. Las opciones sobre la mesa Se barajan tres alternativas: conceder la domiciliaria tal como la pidió la defensa; rechazarla y ordenar su traslado a una cárcel común; o autorizar un esquema mixto, como una prisión domiciliaria pero en una propiedad alternativa, lejos del microcentro porteño, para evitar desbordes. Cualquiera sea la decisión, marcará un hito en el futuro judicial y político de la líder peronista, cuyo entorno ya habla de una “persecución” por parte de la Justicia y del Gobierno libertario. El fallo promete reavivar la grieta y puede tener impacto directo en las calles.