Política y economía global

Israel bombardeó instalaciones militares y abatió a un alto comandante de la Guardia Revolucionaria

Mientras crece la tensión en Medio Oriente, las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron objetivos estratégicos en territorio iraní. Teherán exige que Estados Unidos frene a su aliado, pero Trump se resiste. Diplomacia bajo fuego.

  • 21/06/2025 • 10:48

                             

Israel lanzó en las últimas horas una nueva ofensiva aérea contra infraestructura militar del régimen iraní, en respuesta al ataque con misiles balísticos disparados por Teherán hacia el centro del Estado hebreo. Según confirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la operación incluyó la destrucción de plataformas de lanzamiento de misiles y depósitos estratégicos ubicados en el suroeste iraní, donde se reportaron fuertes explosiones en ciudades como Teherán e Isfahán.

Entre los objetivos eliminados se encuentra Aminpour Joudaki, un alto comandante de la Guardia Revolucionaria iraní. Joudaki lideraba la segunda brigada de vehículos aéreos no tripulados (UAV) de la Fuerza Aérea del cuerpo élite persa, clave en las recientes agresiones contra territorio israelí.

La noche del viernes, Irán disparó cinco misiles balísticos hacia Israel. Las alarmas sonaron en el centro del país y aunque uno de los proyectiles provocó un incendio en la localidad de Holon, los servicios de emergencia informaron que no hubo víctimas fatales ni heridos. La rápida respuesta de las FDI permitió reducir “significativamente” la capacidad de lanzamiento iraní, de acuerdo a un comunicado oficial.

Sin embargo, la escalada militar no detuvo por completo los canales diplomáticos. Desde Teherán, portavoces del gobierno expresaron su disposición a reanudar las negociaciones nucleares con Estados Unidos, siempre y cuando la administración de Donald Trump ordene a Israel detener sus bombardeos. El mandatario norteamericano, no obstante, fue categórico al declarar que "sería muy difícil" imponer tal restricción a su principal socio en la región.

En paralelo, en Ginebra, se desarrollaron conversaciones entre enviados iraníes y representantes de la Unión Europea. Aunque comenzaron con un clima tenso, fuentes diplomáticas señalaron un leve cambio de tono hacia la distensión, aunque Teherán mantiene su negativa a suspender el enriquecimiento de uranio, una de las principales exigencias de Occidente.

Mientras la comunidad internacional observa con preocupación la profundización del conflicto, la posibilidad de una guerra abierta sigue latente. Las cancillerías de Francia, Alemania y Reino Unido renovaron su llamado a una “desescalada urgente”, mientras la OTAN y la ONU analizan nuevas medidas para evitar un choque regional de mayores proporciones.

Israel, por su parte, prometió mantener su ofensiva hasta neutralizar por completo la amenaza misilística iraní. La tensión, por ahora, no da tregua.