El fallo de la jueza Loretta Preska, que ordena a la Argentina entregar el 51% de YPF a Burford Capital, encendió una nueva bomba en la política argentina. Este lunes, el presidente Javier Milei *rompió el silencio y apuntó directamente contra Axel Kicillof*, a quien acusó de haber sido el verdadero responsable del escándalo judicial internacional.                       > “Esto es culpa de la expropiación trucha de YPF que hizo el kirchnerismo. Si no hacés las cosas como corresponde, después vienen los juicios”, disparó Milei desde Praga, donde realiza una gira por Europa del Este. El Presidente también señaló que “el fallo es consecuencia de haber violado el estatuto de YPF y de no haber hecho la oferta pública de adquisición como correspondía”, una crítica directa al rol que cumplió Kicillof en 2012, cuando como ministro de Economía lideró el proceso de estatización. La reacción de Milei llega luego de que la jueza Preska ordenara, tras el fallo a favor de Burford Capital, que *el Estado argentino transfiera el 51% de sus acciones en YPF*, hoy en poder del Tesoro Nacional. Aunque desde el Ejecutivo afirman que todavía no se ejecutará, la falta de apelación del fallo original debilitó la posición legal del país.   *Kicillof no se quedó callado* El gobernador bonaerense respondió rápido y con dureza: > “La sentencia de Preska es una aberración jurídica al servicio de los fondos buitres. Milei no apeló, se arrodilló, y ahora quiere lavarse las manos.” Kicillof defendió la expropiación de YPF como “una decisión soberana y estratégica”, y cuestionó que el Presidente no haya utilizado los mecanismos legales disponibles para defender los activos del Estado. También advirtió que el fallo “no está firme” y que la entrega de las acciones sería “una entrega histórica”.   *Contexto judicial y político* El conflicto por YPF se convirtió en *una bomba económica, diplomática y política. Por un lado, la Argentina enfrenta una posible pérdida de control sobre su principal empresa energética. Por el otro, *la grieta se reactiva*, ahora con la figura de Kicillof como blanco predilecto de Milei. Pero en el trasfondo, también resurge el debate sobre el rol del Estado, la soberanía sobre los recursos estratégicos y la política de concesiones a fondos litigantes. Mientras tanto, *la economía argentina vuelve a quedar expuesta ante tribunales internacionales*, con efectos impredecibles para los próximos meses.   Lo que está en juego no es solo una empresa, es un modelo de país. Y en esa pelea, Milei y Kicillof están otra vez cara a cara.