Partidos

El PRO se diluye: acepta ser el furgón de cola de Milei

Mauricio Macri bajó la cabeza y bendijo el acuerdo con La Libertad Avanza. El partido que alguna vez gobernó el país ahora asume un rol secundario, sin candidaturas ni liderazgo, plegándose a la estrategia libertaria para no quedar afuera del juego. Internas, recelos y un nuevo nombre: “La Libertad Avanza – PRO”.

  • 10/07/2025 • 07:46

               Karina Milei y Cristian Ritondo.



El PRO ya no es lo que era. En una jugada que expone su debilidad interna y su dependencia política, el partido fundado por Mauricio Macri aceptó formalizar una alianza con La Libertad Avanza bajo un nuevo sello: “La Libertad Avanza – PRO”. En los papeles, una coalición; en los hechos, una rendición política frente al liderazgo absoluto de Javier Milei.

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La decisión fue impulsada por Karina Milei (podés leer: Karina Milei blanqueó: ¨¿nace una nueva alianza o una absorción?¨) y sellada con el visto bueno del propio Macri, quien evitó mostrar resistencia y optó por mantenerse dentro del esquema oficialista. El PRO quedó reducido a un apéndice del mileísmo, sin candidatos propios y sin espacios de conducción real. La que alguna vez fue la fuerza más poderosa de la oposición ahora oficia como furgón de cola del Gobierno.

En los distritos, el panorama no es mejor. Mientras algunos dirigentes intentan reacomodarse —como Cristian Ritondo en Provincia de Buenos Aires o Soledad Martínez en Vicente López—, otros directamente tomaron distancia, como Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, incómodos con la deriva ideológica que tomó el espacio.


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El acuerdo también revela las dificultades del oficialismo para consolidar una estructura nacional propia. Sin presencia territorial fuerte ni candidatos en muchos distritos, Milei apuesta a fagocitar los sellos preexistentes. Y el PRO, debilitado y sin rumbo, se entrega a esa absorción sin chistar.

El partido amarillo, una fuerza que nació municipal en la Ciudad de Buenos Aires hace más de dos décadas, pero llegó a gobernar el país como cabeza de una sociedad que compartió con organizaciones de centro (la UCR y la Coalición Cívica) terminó abducida por un partido que vio la luz hace apenas nueve meses y 11 días 



A esta altura, el viejo lema de “la revolución del hacer” suena a reliquia de otro tiempo. Hoy, el partido de Macri elige subsistir bajo la sombra de otro líder, resignando identidad, programa y ambición. Y lo hace sin dar la pelea, aceptando ser La Libertad Avanza… y el PRO atrás.

 

 

 

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