Macroeconomía

Caputo liquida Vialidad: ajuste, caja y remate de patrimonio público

En silencio y mientras el país mira otro lado, el ministro Luis “Toto” Caputo avanza con un brutal plan de recorte en Vialidad Nacional: cierre de sedes, despidos y venta de inmuebles. Con la excusa del ajuste, el gobierno desarma un organismo clave y convierte bienes del Estado en oportunidad de negocios.

  • 12/07/2025 • 09:52

    Toto Caputo deja a Vialidad Nacional casi sin capacidad operativa

La motosierra sigue activa, pero esta vez no hay cadena nacional ni show en redes. Mientras el ajuste se profundiza, el ministro de Economía, Luis Caputo, ejecuta en las sombras uno de los recortes más feroces del gobierno: la desarticulación de Vialidad Nacional. Ya se ordenó el cierre de 27 sedes en todo el país, se avanza con despidos masivos y ahora también se suma un nuevo capítulo: el remate de inmuebles estatales.

Detrás del relato de la “eficiencia” y la “modernización”, el verdadero objetivo es claro: hacer caja. En lugar de fortalecer un organismo clave para la infraestructura nacional, se lo vacía para vender sus oficinas al mejor postor. En plena crisis social, el gobierno de Milei prefiere liquidar patrimonio público antes que revisar el régimen fiscal de los grandes grupos empresarios o discutir el modelo económico.

 

  Protestas del personal de Vialidad Nacional
 

Las sedes que se están cerrando no son oficinas vacías: son bases operativas que permiten mantener rutas, atender emergencias y garantizar conectividad. En provincias como Chaco, Formosa, San Juan o Santa Cruz, la desaparición de Vialidad Nacional implica dejar zonas enteras sin cobertura estatal, con consecuencias gravísimas para la producción y la seguridad vial.

 

                   
 

Pero Caputo va más allá. Ahora impulsa la venta de propiedades clave que pertenecen al organismo, bajo el argumento de que “ya no se utilizan” o “no son prioritarias”. Lo que no se dice es que detrás de esa decisión hay empresarios inmobiliarios vinculados al oficialismo que ya pusieron los ojos sobre esos terrenos. Un nuevo capítulo del viejo negocio de privatizar ganancias y socializar recortes.

Mientras Milei se pelea con gobernadores, jubilados y estudiantes, Caputo actúa como el verdadero arquitecto del ajuste. Su plan es claro: achicar el Estado a toda costa, aunque eso implique destruir estructuras fundamentales. Y como siempre, el costo lo pagan los trabajadores y el pueblo del interior.

En el caso de Vialidad, no solo está en juego la gestión de las rutas o la inversión pública. Lo que está en riesgo es el modelo de país: uno federal, con presencia del Estado en todo el territorio, o uno concentrado, al servicio de quienes hoy aplauden mientras se venden los restos de la Argentina.
 

 

 

 

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