El dato del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para julio fue claro: la inflación mensual alcanzó 1,9%, consolidando así una tendencia favorable de desaceleración que no se veía desde noviembre de 2017, según subrayó el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo  .   El índice núcleo —que excluye elementos estacionales y regulados— mostró una suba de 1,5%, su registro más bajo en varios años  . Para el BBVA en su análisis reciente, este resultado mensual coherente con estimaciones (1,8%) reafirma la tendencia a la baja en inflación  .   El sector con mayor alza fue recreación y cultura (4,8%), seguido por transporte y restaurantes/hoteles (ambos 2,8%). Por su parte, alimentos y bebidas no alcohólicas también crecieron 1,9%, mientras que prendas de vestir y calzado registraron deflación (-0,9%)  .                           Desde el oficialismo, la reacción fue inmediata y entusiasta. Milei destacó el resultado en redes sociales, remarcando que los bienes no alcanzaron el 1,4% y el núcleo se mantuvo en 1,5%  . Caputo resaltó que esta situación “no ocurría desde noviembre de 2017”  , y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, subrayó que refleja el impacto de la disciplina fiscal y monetaria impulsada por el Gobierno desde el inicio de la gestión  .   Desde el Ministerio de Seguridad, Patricia Bullrich elogió la política económica implementada por el Gobierno nacional, resaltando: “De la desastrosa economía kirchnerista y la hiperinflación, al orden y la previsibilidad. Este es el rumbo que lidera el Presidente Javier Milei, hacia un país normal donde cada argentino pueda progresar sin pensar tanto en la economía”.   Sin embargo, conviene mirar un poco más allá de la euforia oficial. A pesar del dato de julio, persisten desafíos: la inflación interanual sigue siendo alta (36,6%) y el acumulado en 2025 alcanza el 17,3%. Además, la reciente devaluación del peso —un 14% en julio— podría derivar en nuevos saltos inflacionarios si se trasladan los costos a precios  .   Economistas advierten que agosto puede mostrar una leve alza, cercana al 2%, debido al efecto del tipo de cambio y combustible en los precios. El equipo económico ya trabaja para evitar que ese fantasma interrumpa la estrategia de desinflación  .   En resumen, el Gobierno celebra el 1,9% como un logro tangible de su modelo económico: tres meses seguidos con inflación baja y un núcleo controlado. Pero el desafío es no quedarse en ese aplauso, sino resistir la próxima ola inflacionaria que se avecina.       Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P