Francella compone 16 personajes en Homo Argentum   En una velada fuera de lo convencional, el Presidente Javier Milei convocó en la Quinta de Olivos a una docena de diputados del PRO y de La Libertad Avanza. Allí repasó su plan económico, sirvió empanadas y cerró la noche con una función privada de Homo Argentum, el nuevo filme de Guillermo Francella. Desde su cuenta en X, Milei saludó la película como una crítica despiadada a los llamados “progres caviar” o “woke”, términos con que cartografió a determinados sectores de la cultura y la política. “Les duele mucho la película”, escribió, acusando a la intelectualidad de reaccionar mal ante un espejo que les muestra “odio”, “resentimiento” e “ignorancia económica”.                        El texto completo de Milei: HOMO ARGENTUM: DISONANCIA COGNITIVA EN EL CORAZÓN WOKE La película de Guillermo Francella deja en evidencia muchos de los aspectos de la oscura e hipócrita agenda de los progres caviar (woke). A su vez, cuanto mayor la cantidad de parásitos mentales dentro de la cabeza del progre, mucho mayor es el odio y los alaridos quejosos de éste ejército de zombies (termos cabezas de pulpos) cuyas aspectos salientes de su existencia es ser envidiosos, resentidos, mentirosos, hipócritas y sobre todas las cosas ignorantes (al menos en economía). Les duele mucho la película porque les presenta un espejo en el cual sale a la luz todo lo que son... casi está de más decir lo que les duele el éxito en una película sin financiamiento del Estado, ya que muestra a muchos del rubro (y aledaños) como fracasados totales y absolutos. VLLC! PD: no se enojen con la realidad y los datos, traten de salir de la miserable vida que viven con altura...     La jugada de proyectar Homo Argentum no fue caprichosa: se trató de una puesta en escena política, con contenido, actuación y proyecciones incorporadas al discurso electoral. A su estilo, Milei conjugó cine, empanadas y economía como elementos de una narrativa diseñada para reforzar lealtades y construir una tribuna ideológica.   Milei transformó una herramienta cultural en recurso político: con una película como bandera, monocorde y provocadora, apuntó contra quienes identifica como la élite intelectual responsable del estado crítico del país. La jugada, además de alejarlo del cine político tradicional, sirve para reforzar fronteras simbólicas: el espectador cómplice de su gestión y el “progre” reflejado como enemigo cultural. El cine, con una boletería libre de subsidios públicos, se convierte en aliado estratégico de campaña, y Francella —intencional o no— en portavoz de esa grieta urgente.             Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P