La tensión entre el Gobierno y el Congreso volvió a estallar. En una jugada anticipada, el presidente Javier Milei ya advirtió que vetará cualquier aumento jubilatorio que se apruebe en el Parlamento, incluso si logra el respaldo mayoritario de bloques opositores como Unión por la Patria, Hacemos Coalición Federal y el Frente de Izquierda. El proyecto, que obtuvo dictamen la semana pasada en Diputados, busca recomponer los haberes de jubilados y pensionados con una fórmula de actualización más beneficiosa que la vigente por decreto. La iniciativa también prevé un incremento de emergencia del 20% para las jubilaciones mínimas, duramente golpeadas por la inflación acumulada.   Pero en la Casa Rosada no hay margen para sutilezas. El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue tajante: “El Presidente va a vetar cualquier proyecto que atente contra el equilibrio fiscal. No hay plata. Así de simple”. Desde el Gobierno aseguran que la aprobación de este proyecto implicaría un costo fiscal superior al 0,4% del PBI, lo que dinamitaría el superávit primario logrado en los primeros meses del año, un eje central del relato mileísta frente a los mercados. Una bomba política en el Congreso El conflicto marca un nuevo punto de quiebre en el ya fragmentado Congreso. El kirchnerismo activó la jugada como parte de su ofensiva por recuperar la agenda social, con la ayuda inesperada de bloques federales, como el que lidera Miguel Ángel Pichetto, quien declaró: “No podemos seguir ajustando siempre sobre los que menos tienen”. Incluso sectores moderados de la UCR evalúan acompañar el texto, aunque con disidencias parciales. El oficialismo, sin embargo, está convencido de que la sociedad respaldará la decisión presidencial en nombre del ajuste y el orden. El gráfico muestra la evolución de la jubilación mínima en Argentina entre diciembre de 2023 y mayo de 2025. En azul se ve el aumento nominal, pero en rojo queda claro cómo el valor real —ajustado por inflación— se desploma, evidenciando la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados en ese período.   Jubilados: los grandes perdedores del ajuste Los haberes mínimos hoy rondan los $190.000 mensuales, una cifra que apenas alcanza para cubrir el 40% de la canasta básica para adultos mayores, según cálculos de la Defensoría de la Tercera Edad. Desde diciembre, los jubilados han perdido más del 30% de su poder adquisitivo real, sin bonos compensatorios. “La motosierra les cortó la dignidad”, resume una diputada opositora, que denuncia que el Gobierno utiliza a los jubilados como variable de ajuste. En clave electoral En el oficialismo admiten que el veto puede tener un costo político, pero creen que el electorado valorará más la “coherencia fiscal” que la sensibilidad social. “No hay lugar para la demagogia. Si los políticos quieren aumentar jubilaciones, que digan de dónde van a sacar la plata”, disparó una fuente del Ministerio de Economía. La batalla por los haberes se da además a semanas del inicio formal de la campaña para las elecciones legislativas. Tanto en Unión por la Patria como en la izquierda ven en los jubilados un sector movilizable, especialmente en el conurbano bonaerense, donde el impacto del ajuste es más crudo.