Misiones vive una campaña electoral como pocas. En una escena digna del realismo mágico argentino, la provincia tendrá elecciones legislativas con varios condimentos explosivos: el peronismo no presentará lista propia, los espacios libertarios competirán fragmentados y, como si fuera poco, un ex comisario preso encabezará una boleta desde la cárcel. Se trata de Claudio Vázquez, ex jefe policial de Eldorado, detenido por asociación ilícita y extorsión, quien será candidato a diputado provincial desde su celda. Su postulación fue oficializada por el partido Agrupación Militancia Renovadora, y aunque genera polémica, no infringe ninguna normativa electoral. “Estoy privado de mi libertad, pero no de mis derechos políticos”, argumentó. Mientras tanto, el universo libertario llega a las urnas con al menos tres listas que se reclaman herederas del ideario de Javier Milei. Sin conducción clara ni unidad, competirán entre sí y podrían diluir su caudal electoral. Aún así, conservan chances en un escenario donde la atomización parece ser la norma. La gran sorpresa es la ausencia total del peronismo tradicional, que no logró armar una lista competitiva y dejó pasar la oportunidad de disputar bancas en la Legislatura. Una decisión que dejó desorientados a sus militantes y podría consolidar el dominio del oficialismo local. En ese contexto, el Frente Renovador de la Concordia —que gobierna la provincia— busca ampliar su mayoría sin mayores sobresaltos. Pero la aparición de candidaturas disruptivas, sumada al desorden opositor, podría deparar más de una sorpresa. Lo cierto es que Misiones va camino a una elección con candidatos tras las rejas, libertarios peleados y un PJ ausente. Una postal política que, una vez más, demuestra que en la Argentina todo es posible.