La relación entre Javier Milei y los gobernadores entró en zona de máxima tensión. Según admiten en voz baja en varias provincias, el presidente "se roba la caja de los ATN" y no distribuye un solo peso de estos fondos discrecionales, fundamentales para asistir a distritos en crisis. El enojo cruzó los límites de la liga de gobernadores peronistas y llegó incluso a mandatarios de Juntos por el Cambio y aliados libertarios. "No larga un peso, ni siquiera para las provincias que no le ponen palos en la rueda", se quejó un gobernador del norte grande, que esperaba una partida extra para cubrir deudas con proveedores. El fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) es una herramienta clave de la Casa Rosada para asistir a las provincias en situaciones excepcionales: desastres naturales, emergencias financieras o desequilibrios fiscales. Pero desde diciembre, aseguran en las provincias, la chequera quedó congelada por decisión de Luis Caputo y de Karina Milei, quienes defienden "la motosierra a fondo" incluso en estos casos. En paralelo, crece el malestar porque Nación sí distribuyó ATN a la Ciudad de Buenos Aires, jurisdicción a la que Milei considera "amiga". "Nos ajustan a todos y a CABA le sueltan la mano sin drama. Eso es discriminación política", sostuvo un mandatario patagónico. La situación generó un temblor en el Congreso: diputados de provincias chicas analizan frenar el tratamiento de la Ley Bases o, como mínimo, desguazarla aún más. "Sin plata no hay ley", advirtieron.   En Balcarce 50 relativizan el conflicto: "Los gobernadores tienen que hacer el ajuste como todos", repiten cerca de Caputo. Pero en las provincias ya hablan de un "boicot fiscal" que podría incluir demoras en el envío de regalías petroleras y hasta juicios en la Corte Suprema. El clima se recalienta y promete explotar en la próxima reunión del Consejo de Mayo, donde varios mandatarios provinciales llegarán con los tapones de punta. La paz fiscal que quiere Milei parece cada vez más lejana.