En los últimos días, la guerra entre Irán, Israel y Estados Unidos escaló a una confrontación directa sin precedentes. Cada actor defiende su narración de triunfo: EE.UU. afirma haber desactivado el programa nuclear iraní; Israel anuncia que debilitó tanto a la cúpula militar persa como a su infraestructura balística; y Teherán sostiene que sobrevivió y contraatacó con eficacia simbólica. Estados Unidos lanzó una ofensiva apuntando a tres instalaciones nucleares en Irán, golpeando —según sus autoridades— el corazón del programa de uranio iraní. Desde Teherán, el director del IAEA advirtió que no había evidencia de fisión bélica, pero EE.UU. mantiene que logró retrasar seriamente el desarrollo atómico iraní .                          Vehículos esperan en el tráfico mientras la gente escapa de Teherán por una arteria en el oeste de la ciudad el 15 de junio de 2025                   ante los ataques israelíes   En paralelo, Israel ejecutó la “Operación León Ascendente”: evitó defensas S-300 y S-400, eliminó científicos nucleares clave y eliminó tres comandantes de la Guardia Revolucionaria, revendicando sus logros ante el mundo.                           En esta captura de video, misiles e interceptores de defensa aérea iluminan el cielo nocturno de Doha después de que Irán lanzara un               ataque contra las fuerzas estadounidenses en la base aérea de Al-Udeid el 23 de junio de 2025 en Doha, Qatar.                              Esta imagen satelital de Planet Labs PBC muestra la base aérea Al Udeid el domingo 15 de junio de 2025, en las afueras de Doha,                    Qatar.   Desde Irán, la respuesta fue inmediata pero mesurada: misiles balísticos y drones golpearon objetivos en Israel e incluso la base estadounidense en Qatar, en una maniobra pensada para comunicar fuerza sin provocar muertos estadounidenses  Pekín y Moscú reclaman contención, mientras Estados Unidos se congratula de la proporcionalidad iraní .   Tres réplicas de una misma guerra 1. *Estados Unidos sostiene que fue exitoso desactivando el programa nuclear iraní, reafirmando su superioridad tecnológica y militar. 2. *Israel asegura haber destruido la capacidad militar nuclear y disuasoria de Teherán, y anunció que su ofensiva está cumpliendo objetivos . 3. *Irán, en tanto, asegura haber resistido el embate y haber lanzado una respuesta eficaz y simbólica, con avances mediáticos y propagandísticos    Detrás de la narrativa táctica * Apoyo estratégico*: Estados Unidos amplía su influencia en la región, alineándose con Israel y reforzando su posición global. China, en tanto, aprovecha para consolidar una postura diplomática y crítica hacia la acción occidental . * Regionalismo fragmentado*: Irán, debilitado internamente, busca evitar un desgaste prolongado, mientras se aferra a ejecuciones de poder simbólico para recuperar iniciativa . * Juego diplomático*: egos y alianzas se ponen en movimiento: Trump presiona por tregua, Irán envía mensajes de desescalada, y países como Qatar, Omán y Arabia Saudita buscan tejer un cese de fuego condicional . El balance de una guerra incierta Aunque cada parte clama victoria, ninguna puede mostrar un triunfo definitivo. Irán sigue firme, pero expuesto a más ataques. Israel alcanzó objetivos, pero enfrenta peligros de retaliación. Estados Unidos marca un punto estratégico, pero queda atrapado en una escalada compleja. Y en el medio… decenas de víctimas civiles, desabastecimiento económico y presión para frenar una guerra que puede extenderse sin control.   En síntesis Esta guerra silenciosa pero brutal dejó: * *EE.UU.* reivindicó éxitos antinucleares. * *Israel* proclamó debilitamiento irreversible de Irán. * *Irán* presume resistencia y contraataque poderoso.   Pero la disputa que se libra es también por la narrativa. ¿Quién convencerá al mundo y a sus propios pueblos de que ganó? Mientras tanto, la región sigue al borde de una escalada que puede arrastrarlos a todos.