Luego de participar en la cumbre del Mercosur en Buenos Aires, el presidente de Brasil, *Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió este jueves por la tarde con la expresidenta *Cristina Fernández de Kirchner* en su casa del barrio porteño de *Constitución*, donde cumple arresto domiciliario tras la confirmación de su condena por la causa Vialidad. El encuentro fue confirmado por el entorno de ambos dirigentes y representa un *gesto político de alto impacto regional*, en un contexto de creciente judicialización de la dirigencia progresista y tensión entre gobiernos de izquierda y sectores del poder económico y judicial.   Una charla a solas, sin intermediarios Lula y Cristina se encontraron en privado. Según trascendió, conversaron durante más de una hora sobre *la situación política regional, el avance del *lawfare, los desafíos del peronismo y del PT, y la necesidad de *construir una alternativa democrática al avance de la derecha dura* en América Latina. No hubo presencia de otros funcionarios ni declaraciones públicas tras el encuentro, aunque voceros de ambos espacios hablaron de una reunión “afectuosa, de amigos y de compañeros de lucha”.                        Cristina, su situación judicial y el respaldo internacional La visita de Lula a la casa de la exmandataria fue interpretada como *un respaldo político* en momentos donde Cristina *cumple prisión domiciliaria* tras el fallo de la Corte Suprema que dejó firme su condena por corrupción en la obra pública. Desde el kirchnerismo destacaron el gesto como un acto de “solidaridad entre líderes perseguidos por el poder económico y judicial”, y recordaron que *ambos atravesaron procesos judiciales con fuerte sesgo político*. > “Cristina no está sola, y Lula vino a recordárselo en persona”, señalaron desde el entorno de la expresidenta.   Lula se fue sin saludar a Milei, pero visitó a CFK El contraste fue evidente: durante la jornada, Lula participó de la cumbre regional pero *evitó cualquier gesto de cordialidad con Javier Milei, ni saludo ni foto conjunta. En cambio, *cerró su agenda en Buenos Aires con una visita política y afectiva a su aliada histórica*, con quien comparte visión ideológica y biografía política.   *El progresismo latinoamericano mandó una señal silenciosa pero potente:* frente al avance del ajuste y la judicialización, los referentes históricos se abrazan… y se respaldan.