La Iglesia Argentina volvió a hablar fuerte. Desde la Comisión de Pastoral Social, cuyo titular es el obispo Dante Braida, se lanzó un pronunciamiento crítico que sacudió el escenario público: > “El mercado, por sí solo, no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social”. En un momento en el que el país está inmerso en polarizaciones profundas y la política muchas veces cede ante intereses sectoriales, la Iglesia reclamó que la economía no debe someter a la política, ni esta a la tecnocracia. A su vez, subrayó la necesidad de fomentar una economía abierta, creativa y diversa que promueva nuevos empleos, trabajo digno y participación real de todos los sectores. La declaración, emitida en el marco de la Semana Social, fue una invitación clara al diálogo entre las instituciones, al encuentro y a reconstruir esperanza desde lo cotidiano. > “La fraternidad en el diálogo supera individualismos… En el pobre, el enfermo, el descartado y la naturaleza escuchamos la voz de Dios … que nos mueve a buscar respuestas concretas”, reafirmaron. El mensaje es universal y urgente: no alcanza con ideas económicas puestas en piloto automático. Para romper con la desigualdad, la política debe tener una mirada social y la economía dejar de ser un fin en sí misma. La Iglesia, desde su rol como puente entre los sectores, advierte que el trabajo sin derechos no es bendición, es explotación. Argentina necesita reconstruirse. Y esta vez, la voz viene del púlpito, pero con mirada firme en la plaza pública.             Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P