Mauricio Macri, fundador de PRO y referente histórico del centroderecha, continúa evitando hablar sobre la crisis política que sacude al gobierno de Javier Milei —en particular sobre la ola de denuncias por corrupción, los audios explosivos y los ataques a la comitiva presidencial durante actos de campaña. El expresidente está radicado en Dinamarca, participando del Mundial de Bridge tras ser eliminado en primera ronda, mientras la campaña bonaerense enfrenta su tramo final y días cruciales para el oficialismo.    Al aparecer públicamente, Macri se limitó a felicitar a Juan Pablo Valdés por su triunfo en Corrientes, remarcando la alianza PRO.–Encuentro por Corrientes y ordenando la salida de dirigentes “libertarios” como Damián Arabia y Pablo Walter del liderazgo partidario. (Podés leer: ¨Juan Pablo Valdés, el hermano que prolonga la saga Valdés en Corrientes¨).No ha hablado en ningún sentido sobre Milei ni su entorno, ni sobre la seguridad durante la campaña de LLA.    El silencio se siente aún más estratégico considerando que ni siquiera dialoga con Milei desde hace tiempo. Su postura generó cuestionamientos entre dirigentes del PRO bonaerense, quienes señalan que “Ritondo salió a responder, el partido sacó un comunicado—el resto estamos viendo el silencio de quien debería estar al frente”.    Macri eligió mantenerse ajeno en un momento en que su silencio pesa más que las palabras. Su estrategia no es neutralidad política, sino una clara señal de distanciamiento: ni aliado, ni crítico, simplemente afuera. Quizás aspira a resguardar su legado mientras la tormenta dentro del libertarismo se lleva el centro del escenario. Pero al final, quienes callan en la tormenta —para bien o para mal— hablan más fuerte que muchos discursos.         Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P