La tensión entre Mauricio Macri y Javier Milei dejó de ser un rumor de pasillos para convertirse en un conflicto abierto. En las últimas horas, el expresidente lanzó una dura crítica contra el Gobierno nacional por bloquear el avance de la Ley de Ficha Limpia en el Congreso. "No puedo creer lo poco que me conocés", disparó Macri, en lo que ya muchos consideran el quiebre definitivo del vínculo político entre ambos. La ley en cuestión busca impedir que personas condenadas por delitos de corrupción, violencia de género, delitos contra la administración pública o lavado de dinero puedan ser candidatas a cargos electivos. Es un proyecto con fuerte apoyo ciudadano, que fue impulsado por sectores del PRO, especialmente en el interior del país, y respaldado por figuras del radicalismo. La negativa del oficialismo a habilitar su tratamiento fue leída por Macri como una señal de que el Presidente prioriza sus propias alianzas políticas por sobre la transparencia institucional. La bronca del exmandatario también apunta a la supuesta negociación entre el Gobierno y gobernadores o legisladores con causas judiciales, que habrían presionado para que la ley no avance. El episodio ocurrió luego de que en varias provincias, como en Misiones o Chaco, la iniciativa fuera "volteada" en el marco de las reformas electorales locales. En ese contexto, Macri redobló la presión a nivel nacional, buscando que Milei y La Libertad Avanza asuman un compromiso público con la limpieza del sistema político. Pero la respuesta fue el silencio... o peor, el bloqueo. "Siempre estuve del lado de la transparencia. Es insólito que un Gobierno que dice luchar contra la casta frene una ley que va en esa dirección", señalaron desde el entorno de Macri, que empieza a delinear un perfil opositor más marcado frente a la Casa Rosada. Por su parte, desde el oficialismo minimizan el conflicto. Algunas fuentes libertarias deslizaron que "Macri busca posicionarse políticamente, pero no se banca que ya no conduce nada". Sin embargo, el costo político para Milei no es menor, ya que buena parte de su electorado simpatiza con la agenda anticorrupción y esperaba un fuerte respaldo a Ficha Limpia. Este nuevo choque se suma a una serie de señales que muestran el desgaste del vínculo entre Macri y Milei, cada vez más distantes. El rechazo al pacto de Acassuso, las críticas cruzadas por el rumbo económico y la disputa por liderazgos en Provincia de Buenos Aires fueron acumulando tensión. Ahora, con Ficha Limpia como detonante, esa tensión estalló.