Los trabajadores estatales nacionales se quedaron sin el fin de semana largo que esperaban. El Gobierno de Javier Milei decidió dejar sin efecto el asueto administrativo previsto para el lunes 8 de julio, previo al feriado del Día de la Independencia. La medida sorprendió al personal público, que contaba con un fin de semana extra largo de cuatro días, y generó reclamos de gremios que ven en la decisión un nuevo gesto de ajuste y desgaste hacia el sector. El vocero presidencial dijo: “A través de un decreto que se va a firmar en las próximas horas y que saldrá publicado en el Boletín Oficial, el Presidente eliminará la jornada no laborable correspondiente al Día del Empleado Público”. Según fuentes oficiales, la intención es evitar que la paralización de actividades por cuatro días consecutivos afecte la prestación de servicios públicos esenciales. El Poder Ejecutivo remarcó que el país necesita “recuperar productividad” y que no están dadas las condiciones económicas para extender descansos no obligatorios. Sin embargo, los sindicatos cuestionan la decisión por “inconsulta” y denuncian una “campaña de hostigamiento” al personal estatal. Además, algunos gobernadores estudian mantener el asueto en sus jurisdicciones pese al revés nacional.