Empresas y gremios cuestionan el costo, la operatividad y el efecto en la relación laboral   El nuevo sistema consiste en que, en lugar de pagar una indemnización única al despedir al trabajador, las empresas aporten cada mes a un “fondo de cese”. El monto puede ser un porcentaje del salario o una suma fija, decidida por convenio. Al finalizar la relación laboral, el empleado cobra lo acumulado.    Pros 1. *Previsibilidad para ambos lados*    Los trabajadores saben mes a mes cuánto se ahorra para su futuro; las empresas dejan de cargar financieramente con el peso de un solo pago al despido. 2. *Ayuda a las pymes*    Para las empresas chicas, enemigas de indemnizaciones “sorpresa”, este modelo alivia tensiones de caja y mejora la planificación. 3. *Modelo probado*    El sistema ya existe en sectores como la construcción (UOCRA) y en otros países de la región, con resultados que redujeron conflictos laborales por despidos. 4. *Modernización del empleo*    Se amplía la posibilidad de acuerdos flexibles de jornada, teletrabajo y modalidades específicas, reflejando los cambios en el mercado.   Contras 1. *Precarización encubierta*    Al eliminar el pago salarial significativo al despedir, se pierde el peso disuasivo de la indemnización convencional, lo que podría incentivar despidos más livianos. 2. *Desigualdad real*    No todos los trabajadores podrán negociar condiciones igualitarias: especificar aportes en cada convenio puede generar esquemas disparitarios, a favor de sectores con más poder. 3. *Riesgo financiero*    Si los fondos se invierten mal o el sistema falla, puede dejar a trabajadores sin protección suficiente al momento del cese?. 4. *Carga fiscal y administrativa*    En un país donde los salarios crecieron por debajo de la inflación, sumar un nuevo aporte patronal puede presionar aún más a las empresa.   El sistema será *optativo y negociado por convenio colectivo*: no reemplaza por decreto la indemnización tradicional. Esto implica que puede funcionar bien en algunos sectores (como la tech o la construcción), pero dejar fuera a otros donde los convenios no se actualizan o no existen. El fondo de cese laboral podría modernizar el mercado, aliviando el golpe de la indemnización única y ordenando las finanzas empresariales. Pero también puede generar precarización, inequidad y la pérdida de un derecho esencial del trabajador. La clave estará en la capacidad de negociación colectiva y en un diseño regulatorio sólido que proteja a los más vulnerables.   Desde la CGT explican que la propuesta no atrae ni a empleadores ni a dirigentes sindicales