En una charla con inversores, el ministro de Economía, *Luis “Toto” Caputo, reconoció que el *superávit comercial proyectado para este año no llegará ni a la mitad* de lo que su equipo había comprometido ante el *Fondo Monetario Internacional*. El sincericidio económico encendió alarmas tanto en los mercados como en los pasillos políticos del oficialismo. Caputo responsabilizó a la *sequía, a la *caída en el precio de los commodities* y a la *retención de divisas por parte del sector agroexportador*, pero evitó autocríticas sobre el endurecimiento del cepo o los vaivenes del tipo de cambio que el propio Gobierno impulsó.       De US20.748 millones… a menos de USD8.000 El acuerdo con el FMI y la administración de Javier Milei presentó el proyecto de Presupuesto 2025, que preveía un superávit comercial de u$s 20.748 millones, pero Caputo blanqueó que *apenas se alcanzará la mitad* de esa cifra, con suerte. La brecha preocupa, porque esa meta era una de las *anclas del plan de estabilización fiscal* con el organismo internacional. El dato se conoció durante un encuentro cerrado con bancos y fondos de inversión locales, donde Caputo intentó mantener el optimismo, pero admitió que *el frente externo es más complejo de lo previsto*.   El campo, en el foco de la disputa Caputo apuntó contra el sector agropecuario por “no liquidar lo suficiente” y por “demorar la entrada de dólares”, a pesar de las medidas de alivio que el Gobierno otorgó durante el verano. La respuesta del agro no tardó en llegar: referentes del sector señalaron que *la falta de reglas claras y la inestabilidad cambiaria* desincentivan la venta al exterior. > “No se puede pedir confianza si nos cambian las condiciones cada dos semanas”, ironizó un dirigente de la Mesa de Enlace.   Tensión con el Fondo y dudas de Wall Street Aunque Caputo intenta mostrar control de la situación, *la reducción de la meta de superávit reaviva las dudas del FMI* sobre la sostenibilidad del ajuste. Además, *los mercados internacionales comenzaron a mostrar señales de cautela*, sobre todo luego del salto del dólar paralelo y la suba del riesgo país. En este contexto, *el equipo económico comienza a discutir una reformulación del acuerdo*, que podría incluir metas más realistas a cambio de nuevas condiciones.   *El ajuste avanza, pero los dólares no llegan.* Y Caputo empieza a sincerar lo que el mercado ya sospechaba: los números del superávit son más promesa que realidad.