El golpe en el Senado no solo fue parlamentario, fue político, institucional y simbólico. *Javier Milei perdió el control de la Cámara Alta, quedó enfrentado con su vicepresidenta Victoria Villarruel y evidenció, quizás por primera vez con crudeza, los límites estructurales de su modelo de poder. La rebelión de los gobernadores, la jugada del kirchnerismo, la firmeza de algunos radicales y la presión de la calle armaron una combinación explosiva que dejó al Gobierno sin herramientas para frenar una agenda que no maneja ni comprende. Lejos de moderar el tono, el Presidente eligió profundizar el conflicto, acusando a su propia compañera de fórmula de “traidora” y redoblando los ataques contra el Congreso. Pero esa estrategia, efectiva en redes, comienza a mostrar su ineficacia en el tablero institucional. El fracaso en el Senado puso en duda la capacidad del oficialismo para sostener sus propias iniciativas, e incluso los mercados financieros, hasta ahora aliados incondicionales, encendieron sus alarmas. En simultáneo, *los inversores comenzaron a preguntarse si la motosierra tiene respaldo político real*. La caída de bonos, la suba del riesgo país y las dudas sobre el cumplimiento de metas fiscales son parte de una desconfianza que crece. El "plan Caputo" se tambalea si no hay músculo legislativo que lo sostenga. Y el veto presidencial, lejos de ordenar, puede escalar el conflicto institucional. En los últimos días, se publicó un informe de la tradicional Cámara de Comercio de los Estados Unidos con la Argentina (Amcham), con críticas a la política económica y advertencias: Monitorear variables microeconómicas Garantizar el empleo y “mitigar el impacto en los sectores más vulnerables” Que la recuperación es “menor a la esperada” Que la baja de ingresos “golpea la demanda de bienes y servicios” Que están viendo reducción de personal en empresas   Los salarios otra vez aparecen estancados y el empleo, en caída. Un informe de la UBA muestra que hasta marzo hubo una pérdida de casi 196.000 puestos de ttabajo respecto de noviembre de 2023. Además, el salario mínimo bajó 32% entre noviembre del 2023 y mayo de este año.  Vuelve el clima de desconfianza en la Argentina. La política lo huele y por eso empieza a generar acciones como las que vimos en el Senado. Los gobernadores necesitan sostener sus gestiones y la gobernabilidad en sus provincias. No es de casta, es instinto de supervivencia.   La ruptura con Villarruel también *marca un antes y un después dentro del esquema de poder libertario. Hasta ahora, la vicepresidenta funcionaba como la articuladora silenciosa entre la Casa Rosada y el Senado. Su decisión de habilitar el tratamiento de la ley previsional fue interpretada como un gesto político propio, que *rompió la verticalidad extrema del mileísmo* y dejó al Presidente sin capacidad de contención interna. (podés leer: ¨Villarruel defiende el voto por los jubilados¨). Las consecuencias ya se perciben en el plano electoral. En plena conformación de frentes, con el PRO como socio incómodo y sin estructura real en muchas provincias, La Libertad Avanza empieza a pagar el costo de la soledad política. La imagen de Milei, aunque aún fuerte en ciertos sectores, no logra traducirse en gobernabilidad. Y el relato del “león que ruge contra la casta” empieza a hacer agua cuando no puede frenar ni una ley en el Congreso.   Lo que se cayó en el Senado no fue solo una norma: *se desplomó una parte del blindaje simbólico con el que el Gobierno creía poder avanzar sin frenos. (leé también: Ocho derrotas y contando: el Congreso le marca la cancha a Milei¨) Ahora, con la política en ebullición, los mercados más cautelosos y las provincias en pie de guerra, *el segundo semestre amenaza con ser un campo minado para Milei*.   *Seguí todas nuestras coberturas en nuestras redes oficiales:* * *Canal de WhatsApp*: [https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M](https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M) * *X (ex Twitter)*: [https://x.com/El_Pulso_P](https://x.com/El_Pulso_P)