Esta nota/informe pretende no solo describir o enumerar las medidas político económicas llevadas adelante por el gobierno actual, lo que sería meramente descriptivo. Pretendemos algo más ambicioso pero simple a la vez: revisar si en nuestra historia ya han sido aplicadas algunas de estas medidas y con que resultados. Por eso el titulo, tan de moda en estos días por la famosa serie nacional, donde sus protagonistas frente a la adversidad extrema, tienen que recurrir “a lo viejo” que es lo que funciona. Pero… pasará lo mismo con la Argentina? Funcionará lo viejo? Es lo mismo aplicarlo hoy o es distinto el contexto nacional e internacional? Como decía José Ortega y Gasset, será también hoy el hombre y sus circunstancias? O el contexto no influye en las decisiones que se toman y solo importa lo propio? De eso hablaremos en las próximas páginas. El gobierno de Javier Milei, iniciado en diciembre de 2023, implementó un enfoque radicalmente liberal en lo económico, que si bien pretende corregir desequilibrios de largo plazo profundizados en los últimos años en el país, tiene similitudes con medidas del pasado, con los resultados que ya todos conocemos.   Veamos entonces algunas medidas económicas del pasado que han contribuido al fracaso argentino y que tienen similitudes con el enfoque actual del gobierno de Javier Milei:   1. Ajustes fiscales bruscos (shock de austeridad)                                                                           En el pasado: En 1959, Álvaro Alsogaray en su rol de ministro de Arturo Frondizi, aplicó un ajuste drástico que incluyó congelamiento de salarios, devaluación y liberalización de precios. Entre 1976 y 1981 durante la dictadura militar, José Alfredo Martínez de Hoz impuso una liberalización económica con apertura comercial, congelamiento del gasto público y endeudamiento externo. En la década del 90, el gobierno de Carlos Menem con Cavallo como ministro, aplicó ajustes fiscales, privatizaciones y apertura económica que inicialmente contuvieron la inflación pero aumentaron el desempleo y la desigualdad.   Con Milei:                                            Milei implementó desde el inicio un fuerte ajuste fiscal, con el nombre de ¨déficit cero¨, con una drástica reducción del gasto público (subsidios, obra pública, transferencias a provincias), despidos estatales y paralización de programas sociales. A esto hay que sumarle una encubierta cesación de pago a proveedores del estado y contratistas. La estrategia se basa en la idea de shock: un ajuste brusco para reordenar las cuentas, similar a la lógica de Alsogaray y Cavallo. Consecuencias históricas: En muchos casos, el ajuste inicial logró cierta estabilización pero provocó recesión profunda, desempleo y conflicto social, lo cual erosionó el capital político de los gobiernos y llevó al pueblo argentino a una profunda crisis luego de un breve período de falsa estabilidad. 2. Apertura comercial y financiera indiscriminada En el pasado: Martínez de Hoz eliminó barreras arancelarias, lo que provocó la destrucción de la industria nacional. En los 90, la famosa convertibilidad (1 peso=1 dólar) facilitó la apertura económica, pero dejó a Argentina vulnerable a shocks externos y a la pérdida de competitividad. Con Milei: Si bien aún no se avanzó en una liberalización total, el discurso es de apertura total al comercio y al capital extranjero, con fuerte crítica al proteccionismo industrial. La eliminación de retenciones a algunas exportaciones y el fin o la brusca disminución de trabas y/o aranceles a importaciones van en esta línea. Consecuencias históricas: La apertura indiscriminada llevó en el pasado a un proceso de desindustrialización, aumento del desempleo y fragilidad frente a lo externo (déficit comercial y fuga de capitales).                                                   3. Privatizaciones y retirada del Estado En el pasado: En los 90, durante  la famosa reforma del estado encomendada al Dr. Dromi y a su ejecutora MAria Julia Alsogaray, se privatizaron empresas públicas de forma acelerada (YPF, Aerolíneas, ENTEL, entre otras), muchas veces sin transparencia ni control. Se redujo el rol del Estado en áreas estratégicas (energía, transporte, comunicación).                        Con Milei: Promueve una reducción drástica del Estado con cierre o eliminación de organismos, intento de privatización de empresas públicas (YPF, Aerolíneas Argentinas, etc.) y retiro de regulaciones. El DNU 70/2023 y la Ley Bases avanzan en la desregulación de la economía de forma agresiva. Consecuencias históricas: Si bien algunas privatizaciones mejoraron servicios como en el caso de la telefonía por ejemplo, muchas generaron monopolios privados, aumentos de tarifas y pérdida de control estatal en áreas clave, además de caos de corrupción por demás investigados y que también pueden verse en la recientemente estrenada serie de Amazon sobre esa década y la vida de su presidente. 4. Dependencia del endeudamiento externo                                               En el pasado: Desde la dictadura militar, Argentina recurrió repetidamente al endeudamiento para financiar déficits, lo cual generó múltiples crisis de deuda (1982, 2001, 2018). En 2018, durante el gobierno de Macri, el FMI otorgó un préstamo récord de 57 mil millones de dólares, que terminó en crisis y default.                                                 Con Milei: Se suma más deuda contraída con el FMI por unos usd 20.000 millones y  una dependencia fuerte del financiamiento del FMI y del apoyo externo, y se espera recurrir también a deuda privada para mantener la estabilidad y contar con la cantidad de dólares suficientes que generó la demanda luego de la salida del cepo. La lógica de Milei es “ordenar la macroeconomía” para luego volver al mercado internacional de deuda. Consecuencias históricas: La deuda excesiva sin crecimiento real ha terminado a lo largo de la historia siempre de la misma manera: crisis profunda o cesación de pagos, pérdida de soberanía económica y ajuste, siempre impuesto por organismos internacionales como condición de un nuevo salvataje.   5. Fuerte contracción monetaria y plan de estabilización En el pasado: La “tablita cambiaria” de Martínez de Hoz y la convertibilidad de los 90 son ejemplos de políticas antiinflacionarias basadas en la restricción monetaria y el ancla cambiaria. En ambos casos, el control de la inflación se logró a costa de recesión, y luego colapsaron por inconsistencia fiscal y/o crisis externas. Con Milei: Milei sostiene un plan de emisión cero, acompañado de súper tasas de interés reales negativas, recesión y caída del consumo. Apunta a una futura dolarización o competencia de monedas, aunque aún no han logrado encontrar la forma de implementarla. Consecuencias históricas: En general, los planes ortodoxos de estabilización lograron bajar la inflación a corto plazo pero no fueron sostenibles en el tiempo sin crecimiento real, lo que derivó en crisis y estallidos sociales. De lo expuesto hasta acá podemos resumir algunas similitudes y diferencias también con el pasado. Entre las similitudes con el pasado más destacadas podemos encontrar entonces: Ajustes de shock, desregulación, endeudamiento, privatizaciones y apertura irrestricta han sido estrategias repetidas en Argentina. No obstante, existen ciertas diferencias con el pasado, cuya importancia o gravitación para la obtención de resultados dejamos a interpretación del lector y para su debate en la mesa del domingo. Estas son: Milei tiene un discurso más radicalizado en lo ideológico y no parecería tener compromisos con el “Estado benefactor”. El ajuste se está haciendo con apoyo del FMI, pero sin endeudamiento aún y debe notarse también que se prioriza el superávit fiscal como único objetivo, lo cual no ha sido  común en gobiernos anteriores. PROFUNDIZAMOS PERO NO COMPLICAMOS… CUADRO COMPARATIVO Esquematicemos entonces en un cuadro comparativo las políticas económicas de Javier Milei y con tres períodos la historia argentina que compartieron medidas a primera vista semejantes y que terminaron en severas crisis o fracasos estructurales:   Aspecto Javier Milei (2023–) Carlos Menem - Domingo Cavallo (1991–2001) Dictadura Militar - Martínez de Hoz (1976–1981) Álvaro Alsogaray - Frondizi/Guido (1959–1962) Tipo de ajuste Shock (déficit fiscal 0, recorte drástico del gasto público) Ajuste gradual con convertibilidad como ancla Shock inicial con congelamiento de salarios y gasto Shock ortodoxo con devaluación, ajuste y liberalización Objetivo principal Estabilización macroeconómica, eliminación del Estado interventor Bajar la inflación y atraer inversiones Reorganizar la economía bajo principios de libre mercado Control de la inflación y credibilidad ante el FMI Política fiscal Superávit fiscal vía recorte de gasto público (subsidios, obra pública, provincias) Privatizaciones y reducción del déficit fiscal Achicamiento del Estado, caída del gasto público Reducción de gasto y alineamiento con el FMI Política monetaria Emisión cero, altas tasas, plan de dolarización futura Convertibilidad 1 a 1 (emisión ligada al dólar) Tablita cambiaria (devaluación controlada) Fuerte devaluación inicial y contención monetaria Relación con FMI Apoyo clave, renegociación permanente del acuerdo de Macri y gob anteriores Acuerdo de seguimiento técnico, sin préstamo fuerte al inicio Coordinación total con el FMI, aumento de la deuda Acuerdo directo para préstamos, alineado a sus recetas Privatizaciones Promovidas, buscó vender YPF, Aerolíneas, etc. (Ley Bases) Masiva ola privatizadora de empresas públicas Primeras privatizaciones en sectores estratégicos No se privatizó, pero se desreguló fuertemente Apertura comercial En proceso: eliminación o reducción de retenciones y aranceles, fin de trabas a importación Apertura total, destrucción del aparato industrial Apertura indiscriminada, fuerte caída de la industria Reducción de aranceles y tipo de cambio libre Industria nacional Sin prioridad: liberalización total, fin del proteccionismo Desindustrialización progresiva, con caída del empleo Golpe severo a la industria (cierre masivo de fábricas) Afectada por la competencia externa Impacto social Caída del salario real, aumento de pobreza y desempleo (2024-2025) Desigualdad, alto desempleo, derivó en crisis social (2000-2001) Caída del empleo y salarios, malestar social creciente Malestar social, crisis política y caída de Frondizi Resultado histórico En curso Actualidad: recesión profunda, pero inflación bajando Crisis 2001: default, corralito, desempleo y pobreza Crisis de deuda 1981-82, hiperinflación y guerra de Malvinas Caída del gobierno, regreso de la inestabilidad política Como vemos de este análisis objetivo, intentando enmarcar el mismo en su contexto histórico y haciendo quien escribe un gran esfuerzo por mantener lo subjetivo e ideológico reducido a su mínima expresión, podemos ver que Milei repite muchas de las lógicas del ajuste ortodoxo y que cuenta a su vez, quizás más que entoces, con fuerte respaldo de sectores financieros internacionales y organismos multilaterales.   Ahora bien, como se pide habitualmente cuando hablamos de ¨lo macro¨… Cómo impactan hoy estas medidas en el día a día de los argentinos? En el ciudadano de a pie… que implica el ajuste? Hablemos de eso a continuación. El Consumo Argentino: La Aceleración de la Brecha Mientras un sector minoritario de argentinos impulsa la demanda de viajes al exterior y bienes durables, la gran mayoría de los hogares sufre un desplome brutal en el consumo de alimentos, salud y servicios esenciales, profundizando una desigualdad social y económica sin precedentes. En los últimos dos meses, el pulso económico de Argentina ha revelado una paradoja lacerante: el consumo se ha bifurcado de forma dramática, consolidando una "Argentina bimonetaria" donde la prosperidad de unos pocos contrasta violentamente con el ajuste extremo de la mayoría. Todos los datos recientes de consultoras y organismos muestran como, mientras un segmento específico de altos ingresos acelera sus gastos en dólares, la clase media y baja se hunde en una contracción del gasto esencial. Por un lado, el turismo emisivo vive un momento de "furor". Según el INDEC, en los primeros cinco meses de 2025, 6.710.700 turistas argentinos viajaron al exterior, un incremento interanual del 66%. Solo en mayo, la cifra de residentes que cruzaron las fronteras se disparó un 48,9% respecto al mismo mes de 2024, totalizando 752.800 viajeros. La mayoría optó por vía aérea, con Brasil, Chile, Uruguay, Estados Unidos y Europa como destinos más elegidos. Este fenómeno, impulsado por la apreciación del peso frente al dólar en el mercado oficial, beneficia directamente a quienes tienen capacidad de ahorro en divisa o ingresos atados a valores externos. Paralelamente, el sector de bienes durables también exhibe un comportamiento dispar. Si bien el consumo masivo general sigue en caída, algunos reportes de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y otras consultoras (como Ámbito Financiero) indicaron una "marcada recuperación" en el consumo de bienes durables y semi durables en el primer trimestre del año, con mayo mostrando un crecimiento interanual en el patentamiento de automóviles del 68%, traccionando al alza este segmento. Esto es un indicio claro de que, aunque con fluctuaciones, hay un sector que sigue teniendo acceso a crédito o liquidez para realizar inversiones significativas, a menudo en dólares o con precios que se mueven al compás de la divisa. La contracara de esta bonanza puntual es la situación de la clase media tradicional y media-baja, que experimenta un derrumbe sin precedentes en el consumo de productos y servicios esenciales. El consumo masivo general acumuló 16 meses en baja hasta marzo de 2025, con un retroceso del 5,4% interanual en marzo y un 8,6% en el acumulado del primer trimestre, según datos de Scentia. Si bien Infobae señaló una leve recuperación del 0,1% interanual en abril en las ventas de supermercados y autoservicios, el sector aún no despega y se concentra en días de promociones. La caída es aún más alarmante en nichos específicos: Alimentos y Bebidas: Los hogares recortaron un 66% sus compras de alimentos, según un informe de Página/12 de junio de 2025 que cita a Inquilinos Agrupados. La Bolsa de Comercio de Rosario reportó que el consumo anual per cápita de carne vacuna este año será de 45 kilos, la cifra más baja en 110 años, muy por debajo del promedio histórico. Salud y Medicamentos: Un 53% de las familias disminuyó gastos en salud, según el mismo informe de Página/12. Datos del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) indican que en los primeros tres meses de 2024 (cifras más cercanas disponibles en el informe), aproximadamente el 10% de los 2 millones de afiliados voluntarios a prepagas dieron de baja su cobertura (unas 200.000 personas). Además, la venta de medicamentos con receta en farmacias cayó un 8,5% en el primer trimestre de 2024 respecto al año anterior, evidenciando un acceso restringido a tratamientos farmacológicos. Ocio y Recreación: El 94% de los hogares dejó de realizar salidas o actividades recreativas, un indicador brutal del ajuste en el tiempo libre y el esparcimiento. Aunque la CAC mencionó un crecimiento interanual del 42% en recreación y cultura en mayo, esto se funda en una base de comparación muy baja, ya que en mayo de 2024 este rubro había sufrido una contracción interanual del 37% (El Litoral).   Las Causas de una Bifurcación Inevitable Esta brecha de consumo no es casualidad; es la consecuencia directa de un combo macroeconómico y de política pública. La política de estabilización cambiaria, aunque busca frenar la inflación, beneficia desproporcionadamente a los sectores con ingresos dolarizados o capacidad de acceder al mercado financiero. La inflación, si bien desacelera su ritmo mensual (4,2% en mayo según INDEC), aún es altísima en términos interanuales (276,4%), licuando sin piedad los salarios en pesos. Los recortes de subsidios a servicios esenciales como transporte, energía y agua, junto con el aumento de tarifas, impactan de lleno en el presupuesto de los hogares de ingresos medios y bajos. La caída del salario real, estimada por algunos informes en más del 20% para segmentos de trabajadores y jubilados, es el motor principal de la contracción en el consumo masivo. Además, la restricción y el encarecimiento del crédito para la mayoría de la población cierran el acceso a bienes que antes eran más accesibles. Este escenario genera que la capacidad de ahorro y consumo se concentre en los segmentos más altos de la pirámide, mientras el resto se descapitaliza y prioriza la subsistencia. Consecuencias Políticas, Sociales y Económicas de la Polarización Social. Las implicaciones de esta grieta del consumo son profundas y alarmantes. Económicamente, la contracción del mercado interno se traduce en un freno para la actividad de pequeñas y medianas empresas, que son grandes generadoras de empleo. Esto ya se observa en el aumento del desempleo (el INDEC reportó un 5,1% de caída del PBI en el primer trimestre de 2024, con impacto en el empleo). La desigualdad creciente no solo es una cifra, sino una realidad palpable en el día a día de millones de argentinos, lo que impacta en la cohesión social y enciende alarmas en la mayoría de los analistas. En lo político, esto empieza a su vez a resquebrajar un frágil sistema de acuerdos que sostenía hasta hoy el gobierno y que sin dudas debe replantear. Así queda expuesto en las últimas horas cuando los senadores nacionales frente a la orden de sus gobernadores y frente a la falta de una agenda legislativa por parte del gobierno, deciden imponer la propia, con un detalle: la misma es diametralmente opuesta al gobierno. La Macro tan mentada, nos muestra una baja de la inflación y también conflictos claros como el tan trillado conflicto con los jubilados, el desfinanciamiento educativo, el Garraham, paritarias pisadas y un mismo hila conductor: la falta de política. A que nos referimos? Para nosotros es claro. Ningún plan económico puede funcionar si no está al servicio de objetivos políticos trascendentes. El Presidente y muchos de los que lo acompañan, desconocen los resortes del Estado porque además, lo desprecian. En su discurso en la Bolsa de Comercio, peleado con los gobernadores amigos y adversarios, con el poder legislativo, con los medios de comunicación independientes y sobre todo con su época, se comparó con el gobierno de Menem desconociendo todas las condiciones externas. En los 90 EEUU, Gran Bretaña y los poderosos del mundo después de la caída del Muro de Berlín. ostentaban una hegemonía mientras la preocupación estaba en los países del Este, en cambio en esta época donde se juega la dicotomía Nacion-Globalismo, nos encontramos peleados con la región, atados a un EEUU que posee sus propios conflictos exteriores y luchas. Tal nivel de alineamiento deja a la Argentina sin política exterior propia. En medio además de una guerra internacional arancelaria que no es nuestra. Y está probado a lo largo de los años que cuando dos grandes se pelean, los chicos que se involucran terminan siendo los más lastimados. En algo coinciden todos. La economía para funcionar necesita armonía y certeza. Los detractores del presidente no se cansan de repetir que estamos bajo un gobierno con sueños fundacionales, una guerra inexistente y una pequeña y artificial victoria táctica económica construida con un relato épico y que estamos asistiendo a un inminente fracaso de un gobierno con sueños totalitarios y una realidad vacía de poder, donde su realidad ya no responde a sus intenciones, donde al mago... ya se le notan los trucos y sus cartas, donde solo hay preocupación como en los 90 por el "mal humor del mercado". Los más ortodoxos refieren que, como decía Perón,  nadie gobierna sin el concurso organizado del Pueblo y que esa organización, es la que éste gobierno de Milei intenta evitar. No es posible que un gobierno enfrentado a nuestro propio Estado y despreciando e intentando borrar nuestra historia pueda sobrevivir a un tiempo caótico enmarcado en la cuarta Revolución Industrial, sentencian. Por el otro lado, los seguidores y fanáticos de esta nueva era que intenta encarnar Javier Milei no se cansan de repetir que esta vez será distinto… porque esta vez, se irá a fondo, sin especulaciones, sin amigos del poder, sin importar nada más que los resultados, sin ver encuestas de imagen que condicionen las decisiones que toma el presidente. Solo el tiempo, que todo lo acomoda, podrá decirnos quien tiene la razón. Lo que está claro es que casi no hay puntos de encuentros entre ambos bandos de esta nueva grieta. Pero también es cierto que hay cuestiones objetivas y recetas que se repiten como las que planteamos a lo largo de estas paginas. También será el tiempo y no nosotros quien nos contestará la pregunta del título de este informe y le dará o no la razón a ese entrañable personaje del Eternauta, el querido ¨Tano Favalli¨. Todos queremos que tenga razón… y que Lo Viejo… esta vez funcione. O hay alguien que no?!?! Esa pregunta se las dejamos para que discutan hoy, en la mesa del domingo …   NdR: Agradecemos la colaboración del Dip Nac. (mc) Jorge Garrido Arceo en la elaboración del presente informe y el encuadre histórico del mismo.