La crisis del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA) alcanzó niveles críticos: con un déficit estructural que supera los $160.000 millones, apagones en la cobertura y suspensión de medicamentos esenciales, sus afiliados sufren un abandono sistémico. Pacientes oncológicos, insulinodependientes y trasplantados enfrentan una situación desesperante Uno de los testimonios más resonantes es el de Daniela Reyes, de 29 años, quien lucha contra un cáncer raro con metástasis y debe costear su propio tratamiento. “Salí de la quimio y vine a la marcha porque quiero vivir”, declaró durante una movilización frente a la sede de IOSFA en Buenos Aires . Casos como el suyo se replican en Salta, Mendoza y Buenos Aires, incluido un niña leucémica que espera su quimioterapia tras judicializar su caso . El organismo perdió reservas en menos de dos años: tenía superávit en diciembre de 2023 y actualmente su pasivo crece a $15.000 millones por mes . La falta de pago a laboratorios y prestadores provocó que se suspendan compras de medicamentos y tratamientos críticos de alto costo . Una auditoría interna (Auditoría N°04/2023) reveló que IOSFA opera con procedimientos desactualizados, sistemas inconsistentes y controles débiles en la gestión de medicamentos de alto costo. El instructivo vigente no contempla las compras urgentes ni supervisa adecuadamente las dispensas . Mientras tanto, el ministro de Defensa, Luis Petri, analiza salidas: renegociaciones con laboratorios, ajuste de directivos e incluso alianzas con prestadores privados. Sin embargo, nada cambió para miles de afiliados que deben abonar en forma directa o recurrir a una justicia lenta . El colapso de IOSFA no es un accidente técnico: evidencia una decisión política de desfinanciamiento y vaciamiento institucional. En lugar de revertirlo con gestión, el Estado perdió peso estatal en aportes y reforzó la crisis estructural. Hoy, mientras bandas enteras de afiliados desempeñan múltiples trabajos para pagar tratamientos, el sistema se cae a pedazos bajo la lógica del ahorro sin reparación. El daño ya es irreversible para muchos: el Estado adeuda a sus propios servidores, quienes enfrentan enfermedades graves mientras el sistema sanitario que supuestamente los protege desaparece. Esto no solo afecta la salud individual, sino que expone una falla del diseño del modelo de atención a las fuerzas: sin planificación, sin control y sin respeto por quienes llevan el uniforme.     ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp: Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P