Cuerpo de la notaEn su mensaje, Vidal rememoró su trayectoria en la función pública: “Goberné, fui diputada, firmé leyes, tomé decisiones difíciles… pero esta vez elegí no ceder mis convicciones”  . Recordó que ya vivió una situación similar tras perder la elección en 2019 y detalló que en los últimos años combinó tareas como dar clases, trabajar con organismos internacionales, hacer consultorías y asesorar ONGs, aunque nunca estuvo en relación de dependencia en el sector privado  . Cerró la publicación consultando a su red profesional cómo debería encarar esa transición, preguntando si hoy el sector privado está dispuesto a abrir sus puertas a quienes vienen de la política  . El mensaje de Vidal trasciende lo personal: constituye una proclama política demos-transitoria, claramente dirigida a reconectar con un electorado que se siente decepcionado por las alianzas pragmáticas del PRO, pero también que valora la coherencia. Rechazar un lugar seguro en unas listas dominadas por los Milei no fue sólo un gesto, fue un acto de definición de identidad política en un contexto donde los partidos tradicionales se resignan a diluirse bajo símbolos nuevas.   Su posteo apela a la dignidad: simboliza que no siempre manda el símbolo ni el cargo, sino las convicciones. Y plantea una pregunta inquietante: si el mundo privado está dispuesto —o es capaz— de absorber a figuras que pusieron la política por sobre el poder.       Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P