Movimientos sociales

Paro de colectivos paraliza el país: UTA ratifica la medida y el Gobierno la califica de “extorsiva”

Desde la medianoche, más de 300 líneas de colectivos en el AMBA y otras regiones están fuera de servicio por un paro nacional de 24 horas convocado por la UTA. El conflicto salarial expone la tensión entre gremios, empresas y el Ejecutivo, que acusa a los sindicalistas de “tomar de rehenes a los pasajeros”.

  • 06/05/2025 • 08:49

Este martes 6 de mayo, el transporte público de pasajeros en gran parte del país amaneció paralizado. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó un paro nacional de 24 horas que afecta a más de 300 líneas de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y otras regiones. La medida, que comenzó a las 00:00 horas, se extenderá hasta la medianoche del miércoles 7 de mayo

El conflicto se originó tras el fracaso de las negociaciones salariales entre la UTA y las cámaras empresariales del sector. Desde el gremio, señalaron que el Gobierno no ha homologado los acuerdos paritarios previos, lo que impide a las empresas abonar los aumentos pactados. “El paro está confirmado. No hay ninguna base en la negociación”, afirmó un dirigente de la UTA. 

El Gobierno, por su parte, calificó la huelga de “extorsiva” y acusó al gremio de “tomar de rehenes a los pasajeros”. Desde el Ministerio de Transporte, aseguraron que se garantizará el funcionamiento del 50% del servicio en el AMBA mediante la implementación de un esquema de emergencia. 

La medida de fuerza genera un fuerte impacto en la movilidad de millones de personas, especialmente en el AMBA, donde el colectivo es el principal medio de transporte público. Además, se espera que la huelga tenga repercusiones en otras provincias, donde también se registran interrupciones en el servicio.

El paro de colectivos se suma a una serie de conflictos gremiales que enfrentan al Gobierno con distintos sectores sindicales, en un contexto de alta inflación y ajuste fiscal. La falta de acuerdo en las paritarias y la demora en la homologación de los convenios colectivos son algunos de los puntos que alimentan la tensión entre las partes.