La temporada 2025 de la Fórmula 1 es una de las más intensas de los últimos tiempos. Con 24 carreras distribuidas por cuatro continentes, el campeonato más glamoroso del automovilismo atraviesa desde las montañas austríacas hasta el desierto de Abu Dhabi. Pero lo que realmente nos importa es que tiene sabor argentino: Franco Colapinto se ganó su lugar en Alpine y ya empezó a dar que hablar. Después del arranque con los clásicos en Bahréin, Arabia y Australia, la octava fecha fue en Mónaco, donde Colapinto fue protagonista evitando un choque de película con su compañero Gasly. Pero lo mejor está por venir: quedan 16 fechas y el piloto de Pilar sueña con sumar sus primeros puntos y consolidarse como el nuevo orgullo nacional en la F1. Entre los platos fuertes del calendario están: GP de España (30/5 al 1/6): en Barcelona, circuito técnico y veloz, ideal para medir el desarrollo de los autos. GP de Canadá (13 al 15/6): en el mítico Gilles Villeneuve, con el "Muro de los Campeones" esperando víctimas. GP de Gran Bretaña (4 al 6/7): Silverstone, cuna de la F1 y casa de equipos históricos como McLaren y Mercedes. GP de Italia (5 al 7/9): Monza, el “templo de la velocidad”, donde Ferrari corre con el corazón y la presión de todo un país. GP de Brasil (7 al 9/11): Interlagos nunca decepciona y los latinos sentimos esa energía única en Sudamérica. Final en Abu Dhabi (5 al 7/12): como cada año, Yas Marina cierra el torneo con una postal de lujo bajo las luces del desierto. Además, la F1 2025 suma el GP de Las Vegas por segundo año consecutivo, con un trazado callejero lleno de luces y locura yankee. También está Singapur, de noche y en calor húmedo, uno de los desafíos físicos más bravos para los pilotos. Este calendario no solo pone a prueba el talento y la resistencia de los pilotos, sino también a las escuderías que compiten en el desarrollo constante de los autos. Y mientras Verstappen, Norris y Leclerc se sacan chispas en la cima, los ojos argentinos siguen a Franco Colapinto, que quiere dejar su huella y empezar a escribir su historia en lo más alto.