La condena a Cristina Kirchner sigue generando repercusiones políticas y movilizaciones en el peronismo. Los intendentes del conurbano bonaerense anunciaron que se sumarán a la marcha convocada para este miércoles en Comodoro Py, donde la ex presidenta se presentará ante la Justicia para cumplir con el trámite de detención domiciliaria tras la ratificación de su condena. El operativo político busca mostrar volumen territorial y respaldo popular en un momento clave para el kirchnerismo, que debate su futuro ante el avance de la Justicia y las divisiones internas. Figuras como Fernando Espinoza (La Matanza), Mario Secco (Ensenada) y Jorge Ferraresi (Avellaneda) ya confirmaron su participación, y se espera una fuerte presencia de columnas de militantes de la Tercera y Primera sección electoral. “Cristina no va sola, vamos todos”, fue la consigna que comenzaron a difundir en redes sociales los jefes comunales, en línea con los mensajes de la CGT y las organizaciones sociales que también anunciaron su adhesión a la movilización. En paralelo, los intendentes buscan enviar una señal interna al resto del peronismo: que la conducción del espacio sigue orbitando en torno a la figura de Cristina, pese a las voces que desde el massismo y otros sectores proponen una renovación. “Es un momento para la unidad, no para especular”, deslizó uno de los alcaldes a LPO. El gobernador Axel Kicillof, que mantiene un respaldo crítico a la ex mandataria, aún no confirmó si participará de la movilización, aunque su entorno no descarta que se sume simbólicamente o que envíe representantes de su gabinete. En la Casa Rosada observan con atención el movimiento peronista. El Gobierno de Javier Milei apuesta a que la foto de una marcha masiva a los tribunales refuerce su relato sobre el “poder residual del kirchnerismo” que resiste las decisiones judiciales. Mientras tanto, la Justicia federal ultima detalles para el operativo de seguridad en Comodoro Py, donde se espera un fuerte despliegue policial para evitar incidentes. La movilización promete ser un termómetro de la capacidad de convocatoria real del kirchnerismo en este nuevo escenario político y judicial.