Franco?Colapinto vivió uno de esos momentos que desnudan su personalidad auténtica en plena adrenalina de la Fórmula?1. En plena carrera en Montreal, su ingeniero en Alpine, Stuart?Barlow, le pidió por radio que intentara dar caza al brasileño Gabriel?Bortoleto, cuyo Sauber contaba con un motor visiblemente más potente. La réplica de Colapinto no tardó en convertirse en viral: “Tal vez con otro motor”, soltó el piloto bonaerense de 22 años, antes de matizar con un rápido “es una broma” para bajarle temperatura al comentario . La frase, humilde pero ingeniosa, dejó en evidencia el buen vínculo que está forjando con Barlow tras apenas cuatro carreras juntos. Lejos de buscar confrontación, Colapinto empleó la ironía para señalar las limitaciones mecánicas de su monoplaza y, al mismo tiempo, aliviar la presión en el box.                  No es la primera vez que el pilarense se expresaba con esa frescura característica. Quienes lo siguen destacan que su humor sirve como válvula de escape en un ambiente de máxima exigencia. A pesar de la broma, el argentino mantiene intacta la concentración: el fin de semana ya lo había sorprendido con su mejor clasificación en Alpine, marcando el décimo lugar en la grilla antes de penalizaciones . La confianza entre piloto e ingeniero crece con cada fecha. Colapinto sabe que, para soñar con puntos, necesita exprimir al máximo un auto que no siempre está a la altura. Sin rodeos, su “tal vez con otro motor” resumió a la perfección el desafío técnico y deportivo que enfrenta cada fin de semana. En la próxima fecha, el GP de Austria (29 de junio), Alpine y su joven piloto tendrán otra oportunidad para ajustar detalles y traducir el buen humor en resultados. Pero hasta entonces, en Canadá quedó claro que, con talento y un toque de ironía, Colapinto logra darle un respiro al box y conquistar a los aficionados.