El terremoto interno en la CGT sigue sacudiendo al sindicalismo peronista. Hugo Moyano, jefe eterno de los camioneros, rompió el silencio y sorprendió con un mensaje directo para su propio hijo, Pablo, tras la movilización en respaldo a Cristina Kirchner: “Es grande y sabe lo que hace”, disparó, dejando en claro su desmarque del operativo clamor K. El líder gremial se mostró incómodo con la decisión de parte de la central obrera de plegarse a la causa de la exmandataria, ahora bajo prisión domiciliaria. "La CGT no puede ser un apéndice de la política", repitió Moyano padre en su círculo íntimo, alimentando la versión de que su relación con La Cámpora y el cristinismo está completamente rota. La frase dirigida a Pablo Moyano no pasó desapercibida en Azopardo: “Mi hijo es grande, toma sus propias decisiones”. Un dardo envenenado que expone la grieta familiar y gremial en uno de los sindicatos más poderosos de la Argentina.    “Pablo fue a visitar a Cristina y a mí no me llamó por el Día del Padre”. Mientras Pablo marchaba junto a militantes kirchneristas y arengaba desde los escenarios montados en Plaza de Mayo, su padre mantenía reuniones discretas con dirigentes cercanos a Sergio Massa y gobernadores del PJ dialoguista. En la CGT aseguran que Hugo Moyano busca preservar su cuota de poder lejos de la suerte judicial de Cristina. El episodio dejó en evidencia la fractura que atraviesa a la central obrera, justo cuando se avecinan las discusiones clave en el Consejo de Mayo convocado por Javier Milei para avanzar con la reforma laboral. “El peronismo y el sindicalismo están cambiando de piel, y algunos no quieren quedar pegados a una historia que consideran cerrada”, resumió un influyente dirigente gremial en estricto off. Por ahora, Hugo se corre de la escena K. Su hijo, en cambio, redobla la apuesta. La pelea en la familia Moyano, como la CGT, recién empieza.