La escalada de tensión entre el Poder Ejecutivo y los gremios universitarios tomó hoy un nuevo impulso con el anuncio de CONADU: una semana de paro nacional a partir del 11 de agosto, como parte de un plan de lucha que incluirá también paros rotativos y una Marcha Federal Universitaria para fin de mes  . El epicentro del conflicto se encuentra en el colapso salarial: los docentes denuncian una caída del poder adquisitivo del orden del 30?35% y un presupuesto congelado desde 2023 que los deja al borde del colapso  . FEDUN rechazó los aumentos unilaterales dispuestos por el Gobierno, que apenas superan el 1% mensual y se liquidarán con retraso, lo que agrava aún más la crisis  . Las universidades públicas, levantadas a pulmón por docentes y nodocentes, están hoy amenazadas: según ADIUC, el cuatrimestre arrancará con mesas de examen suspendidas, medidas de fuerza escalonadas y hasta una posible no apertura de clases en facultades como la UNC  . Cortar las clases no es decisión ligera: es la expresión más clara del hartazgo frente a un gobierno que desfinancia la educación. Los rectores y agrupaciones estudiantiles se suman al reclamo: exigen con fuerza la aprobación de una Ley de Financiamiento Universitario, cuyos proyectos ya cuentan con media sanción en Diputados, pero fueron vetados por Milei. También se comprometen a juntar un millón de firmas en apoyo a la ley antes de fin de mes  . Gran parte del malestar se explica por el ahogo presupuestario: el gobierno recorta millones en salud, ciencia y educación, al mismo tiempo que defiende la austeridad frente a un presunto "déficit cero" que empuja al ajuste de salarios, becas y funcionamiento de las facultades  . Frente a esta situación, los docentes avanzan con un plan de lucha decidido: una semana de paro total desde el lunes 11 de agosto, luego paros rotativos, clases públicas y movilizaciones junto a jubilados y sectores sindicales. El objetivo: que el Ejecutivo abra la discusión paritaria y financie de forma real y sostenida a las universidades públicas  . El conflicto universitario pone en evidencia el límite del discurso oficial: si la prioridad es el déficit fiscal, entonces el ajuste recae siempre sobre los mismos—los jubilados, los docentes, los estudiantes. Y cuando hablan de austeridad, recortan donde más duele: la educación pública que forma a las próximas generaciones.         ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp: Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P