Alpine activó de inmediato una investigación interna tras la desastrosa actuación en los boxes durante el GP de Hungría. El piloto argentino Franco?Colapinto, que había clasificado 14º y tenía ritmo, fue frenado por dos detenciones escandalosamente lentas: la primera demoró 11.01 segundos, la segunda 7.23 segundos, mientras que su compañero Pierre Gasly hizo solo una parada de 2.40 segundos. Estas fueron las más lentas en todo el Gran Premio. Según fuentes especializadas, la escudería apunta a un posible problema de software en la pistola neumática de la rueda trasera izquierda, que no reconoció que el cambio estaba completo y bloqueó la luz verde para salir del pit. La misma falla coincidió en ambas paradas, lo que llevó al equipo a sospechar de un fallo técnico sistemático. La frustración dentro de Alpine fue evidente: en redes sociales, los mecánicos aparecieron derrotados, con el mensaje “Una carrera para olvidar” y la promesa de volver “con determinación y espíritu de lucha” tras el receso. La radio del equipo mostró la tensión: Colapinto exclamó “¡Mi Dios!” y “¡La puta madre!” en ambas detenciones. En su análisis posterior, Colapinto lamentó la ejecución del equipo: “Paramos muy temprano... perdí mucho tiempo... tuve como ocho banderas azules… para mí fue un desastre”, dijo. Aun así, destacó que el ritmo del auto no fue malo: “Fue una carrera para el olvido. La ejecución fue mala, muchos errores en largada y pit stops... no fue un buen día”. Este episodio intensifica una crisis que Alpine no logra resolver: los pit stops lentos ya no son errores aislados. Son parte de una tendencia consistente. La investigación actual buscará evitar que se repitan en el GP de Países Bajos, el próximo del calendario tras el parón veraniego.       Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P